Porque nada queda oculto
Jueves 09 de Enero de 2025
8 enero 2025 - 07:16
Este miércoles se cumple un nuevo aniversario del trágico final de uno de los mejores boxeadores de la historia argentina.
Monzón transitaba la última etapa de su condena por el asesinato de Muñiz, con quien tenía un hijo, Maximiliano Monzón. En julio de 1988 había sido condenado a 11 años de prisión por haber arrojado a su esposa de un balcón en Mar del Plata en febrero de ese mismo año. Para 1995, el ex campeón gozaba de salidas transitorias de la cárcel en la que estaba, ubicada en la ciudad de Las Flores, Santa Fe.
aquel 8 de enero aceptó la propuesta de su amigo Jerónimo Mottura para disfrutar de un asado y hasta invitó a su cuñada, Alicia Fessia.
Tras la comida, que finalizó cerca de las 17, Monzón debía presentarse a las 20 en el penal de Las Flores, pero nunca llegó: el Renault 19 gris claro en el que los tres viajaban (y el cual el boxeador manejaba) tuvo un accidente en el paraje Los Cerrillos de la Ruta Provincial 1, al noreste de Santa Rosa de Calchines.
Los informes aseguraron que el auto mordió una banquina y dio siete vuelcos antes de terminar completamente destrozado. Mottura también perdió la vida en el accidente, mientras que Fessia sufrió heridas.
Según trascendió en aquel entonces, quien logró exitosamente defender 14 veces su corona de peso mediano no llevaba puesto el cinturón de seguridad, aunque también hubo varias versiones, desde algunas que indicaban que Monzón se había infartado al volante hasta otras que afirmaban que estaba conduciendo bajo los efectos del alcohol. Ninguna pudo ser confirmada.
Le faltaban catorce meses para cumplir su condena. Unas treinta mil personas se reunieron en su velatorio, en el cementerio de Santa Fe. Así se fue Monzón, entre luces y sombras.