Porque nada queda oculto
Martes 29 de Abril de 2025
5 abril 2025 - 18:37
También llegaron a la Justicia otros supuestos negocios del titular de la Comisaría Segunda de San Nicolás: las Cores, los PolAd, el combustible y los fantasmas, entre otros.
Durante los primeros días del mes de febrero de 2025, la Fiscalía N.º 6 del Departamento Judicial de San Nicolás, tematizada en Violencia Institucional, reactivó una investigación que estaba archivada desde hacía años, cuando de titular de la Comisaría Segunda estaba la comisario Natalia Rojas, prima política del actual jefe a cargo de dicha dependencia, el subcomisario Gustavo Javier Ponce. La causa que salió del cajón del escritorio del fiscal Darío Giagnorio, investiga el presunto mal manejo del personal policial destinado a trabajar en la ExpoAgro, que este año se desarrolló del 11 al 14 de marzo en el predio ferial y autódromo de San Nicolás, ubicado en el kilómetro 225 de la Autopista Buenos Aires-Rosario.
El equipo de Prensa Libre SN supo que la información que llegó a sede judicial es que tanto Ponce como otros jefes policiales de San Nicolás y de la región envían a la Expoagro a la mayoría del personal bajo la modalidad “recargo de servicio” en vez de enviarlos como Policía Adicional (PolAd). Esto no sería anormal ni ilegal sino existiera un contrato de Policía Adicional entre Exponenciar y la fuerza.
Exponenciar es la empresa organizadora de Expoagro y contrata efectivos para que realicen las tareas de seguridad antes, durante y después de la muestra del campo. Valeria Nethge, que es gerente de Operaciones de Exponenciar, le pide y paga a Policía alrededor de 480 uniformados en total, algo así como 120 diarios, que luego mayormente son enviados bajo la modalidad “recargo de servicio”, es decir, sin cobrar un solo peso. Lo que indica claramente que alguien se quedaría con el dinero que paga la empresa contratante.
Fotografía: Orden de servicio especial N° 171, perteneciente al Comando de Patrullas de San Nicolás.
Además de los efectivos, Exponenciar contrata un número de tres patrulleros para que realicen recorridas externas del perímetro, teniendo en cuenta que cada patrulla se paga como un policía más y que se enviaría solamente una, habría allí otro “vuelto” para los impulsores de esta maniobra espuria que, vale recordar, fue puesta en conocimiento de la Justicia.
Por otra parte, para la fiesta celebrada por los expositores en el mismo predio, según la denuncia, también se pagan en negro alrededor de 30 policías, aunque serían enviados menos de 10.
Llama la atención que un solo jefe policial pueda orquestar esta maniobra sin contar con la complicidad, al menos, de su superior directo, es decir, del Jefe Departamental de la Policía de Seguridad, cargo que actualmente ocupa el comisario Martín Cancelo. A quién, según la denuncia, Ponce le estaría tributando el porcentaje correspondiente. Ya dirá la Justicia, en principio, si la estafa se concretó y, de ser así, quiénes participaron de ella.
Fuentes de Prensa Libre SN detallaron que el dinero en efectivo recaudado en la Comisaría Segunda tras la Expoagro habría sido guardado en una mochila de color rojo que luego se habría llevado de la dependencia el subcomisario Ponce.
Oficial subayudante Daniela Morales, señalada como mano derecha de Ponce y cómplice de los delitos denunciados
Todas las maniobras mencionadas estarían detalladas minuciosamente, con montos, nombres, fechas de pago y demás, en la notebook personal de la mano derecha del subcomisario Ponce, la oficial subayudante Daniela Morales, encargada de llevar a donde vaya dicha PC debido a que allí también se detallarían los “fantasmas” de la dependencia. Vale destacar que Morales tendría dos notebook, una que llevaría siempre consigo y otra que quedaría en la Comisaría.
En el expediente judicial consta que en la dependencia también habría (como en otras) varios “fantasmas”, es decir personal policial que no cumple el servicio ordinario y se dedica a realizar trabajos por fuera de policía. Para ello, estos efectivos le tributarían a Ponce $ 200.000 mensuales de su salario en la fuerza, monto que aumentó hace muy poco tiempo ya que antes eran $ 150.000. Dicho dinero sería llevado a la dependencia en efectivo entre el 1 y el 5 de cada mes e iría a parar también a la famosa “mochila roja”, además de quedar asentado en la PC personal de la subayudante Morales.
Entre los sospechosos de no cumplir con su servicio ordinario, a pesar de cobrar por ello, figuran:
Jael Delfino, Vanesa Caballero, Karen Figueredo, Melina Leiva, Clara Barrios y Diamela Aresti.
Por otra parte, en la información que llegó a la Justicia también consta que habría efectivos de la Comisaría Segunda que siempre cubren objetivos privados y no cumplen con su servicio ordinario y, a cambio, le tributan el 70% de esos servicios a Ponce:
Juan Ferrel, Pablo Costas y Jorgelina Villalba harían seguridad en Hipergas. Romina Azareti y Mauricio Silva irían a Dapsa junto a Sebastián Ponce quién, a su vez, siempre según la denuncia, hace tareas de seguridad en Leoni. Por otra parte, en barrio Parque Avamba’é también contrataron seguridad policial y este objetivo sería cubierto siempre por Ramón Lallana.
A los anteriores se les suma un efectivo en particular que sería el más fácil de comprobar en caso de así quererlo la Justicia. Se trata de Braian Cabrera que suele oficiar de correo de vez en cuando como para “disimular”, aunque trabaja para una empresa que presta servicio en Sidersa, según consta en la denuncia.
Dato importante: las maniobras de pago de los fantasmas son fácilmente comprobables, ya que en la dependencia hay cámaras del Ministerio de Seguridad y en las grabaciones podrá observarse cómo dichos efectivos hacen fila para ingresar a dejar su cuota durante los primeros días de cada mes.
Todos los “fantasmas”, además, serían los encargados de cobrar la Compensación por Recargo de Servicio (Cores) y de repartir ese monto en mitades iguales con Ponce. Además, figuran como trabajando en las canchas, carreras del autódromo, la Expoagro, entre otros objetivos, sin embargo “nunca van” y son reemplazados por personal honesto que no es retribuido por su trabajo. Esos eventos privados son pagados como PolAd en la cuenta sueldo de cada policía y como en el caso de la exposición del campo, ese dinero sería llevado mensualmente a la Comisaría Segunda por cada fantasma, dejando allí el 70% del pago para quedarse con el porcentaje restante.
Otro de los supuestos negocios del subcomisario Gustavo Javier Ponce que fue puesto en conocimiento de la Justicia es el del combustible. En la Comisaría Segunda de San Nicolás hay dos móviles en funcionamiento, aunque el Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires paga por tres. Es decir que desde la administración provincial enviaron tres tarjetas de combustible para la dependencia situada en el B° Somisa. La carga de una de esas tarjetas es usada, según la denuncia, para otros vehículos y/o vendida junto a lo donado por privados, a un contacto de Pérez Millán, Partido de Ramallo, en dónde trabajaba anteriormente el jefe denunciado.
Por otra parte, a Ponce también lo investigan por presunto pedido de coimas y repuestos en chatarrerías, gomerías y talleres que no están habilitados, para no realizar clausuras por falta de libros. Entre las chatarrerías que figuran en la denuncia se encuentran al menos dos, una situada en Ruta 188 esquina Tucumán y la otra sobre la misma ruta pero cruce con calle Magallanes, ambos lugares le pagarían a Ponce debido a que no tendrían todos los papeles en regla. A ese negocio se le suma el de los lubricentros, en dónde Ponce mandaría a pedir combustible a cambio de favores administrativos.
Como ocurrió muchas otras veces, toda la información fue presentada en la Justicia y, casi a la par, puesta en conocimiento de Prensa Libre SN para que la sociedad tome conocimiento.