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Golpe de Estado en Argentina en 1930.

6 septiembre 2024 - 08:00

La caída de Yrigoyen y el ascenso del autoritarismo

Hoy, 6 de septiembre de 1930, se produce un golpe de Estado en Argentina que derroca al presidente democrático Hipólito Yrigoyen. El golpe, liderado por el general José Félix Uriburu, pone fin a la experiencia radical y marca el comienzo de una nueva era de dominio oligárquico en el país.

El golpe había sido anunciado con antelación, y la conspiración había sido alimentada por una campaña de prensa que buscaba desprestigiar al gobierno y al sistema democrático. Los golpistas también habían logrado el apoyo de los grandes capitales nacionales y extranjeros, a cambio de entregarles el control de la economía.

El nuevo gobierno militar, liderado por Uriburu, se caracteriza por su autoritarismo y su falta de respeto por los derechos humanos. Se prohíbe la actividad política y sindical, se intervienen las provincias y las universidades, y se decreta la pena de muerte. Los opositores son detenidos, torturados y asesinados.

El golpe del 6 de septiembre de 1930 tiene un profundo impacto en la sociedad argentina, y marca el comienzo de una década de represión y autoritarismo. La elite terrateniente exportadora recupera el control del aparato del Estado, y los sectores medios y populares son marginados políticamente.

La ley marcial se impone en todo el país, y se suspenden las garantías constitucionales. La libertad de expresión y de reunión es restringida, y se prohíbe la actividad política y sindical. Los sindicatos y los partidos políticos son disueltos, y sus líderes son detenidos y perseguidos.

El gobierno militar también implementa políticas económicas que benefician a la elite terrateniente y a los grandes capitales nacionales y extranjeros. Se promueve la exportación de productos agrícolas y ganaderos, y se fomenta la inversión extranjera en la industria y la agricultura.

La sociedad argentina se divide entre los que apoyan al gobierno militar y los que se oponen a él. Los sectores medios y populares son los más afectados por la represión y la falta de derechos, y comienzan a organizarse en secreto para resistir al gobierno autoritario.

El golpe del 6 de septiembre de 1930 es un punto de inflexión en la historia argentina, y marca el comienzo de una década de represión y autoritarismo. La sociedad argentina no se recuperaría de este golpe hasta muchos años después, y las cicatrices de la represión y la violencia política tardarían en sanar.

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