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El ex de Cirio procesado por armar un falso operativo junto a ocho policías

10 abril 2025 - 05:30

Procesaron a Elías Piccirillo, a siete policías porteños y a un exintegrante de la Policía Federal por falsear un operativo para detener de forma ilegal a una pareja

El juez Sebastián Casanello procesó al financista Elías David Piccirillo (exmarido de Jésica Cirio), al jefe y a seis integrantes de la División Robos y Hurtos Norte de la Policía de la Ciudad y a un exmiembro de la Policía Federal Argentina por llevar adelante un operativo falso donde se involucró de manera ilegal a una pareja a la que habían “plantado” en su auto más de un kilo de cocaína y un arma robada. El magistrado además dispuso la prisión preventiva de ocho de las nueve personas imputadas; uno de los miembros de la fuerza de seguridad porteña continuará el proceso en libertad.

La investigación que resume el sitio Fiscales, es llevada adelante por el titular de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N°5 Franco Picardi hizo foco en que Piccirillo mantenía una deuda millonaria en pesos con Francisco Hauque, por lo que habría ordenado la realización del operativo para que tanto él como su esposa, Anahí Aquino, terminaran detenidos y no siguieran reclamando la deuda. El plan fue elaborado junto al exPFA Carlos “El Lobo” Smith y el comisario Iván Carlos Helguero, que fueron quienes impartieron las órdenes para el resto de los efectivos policiales involucrados.

De acuerdo con la resolución, los imputados fueron procesados por los siguientes delitos:

Piccirillo: coautor de privación ilegítima de la libertad coactiva, agravado por la participación de tres o más personas, transporte de estupefacientes agravado por haber sido cometido con la organización de tres o más personas, tenencia ilegítima de arma de guerra y encubrimiento agravado por tratarse de un delito precedente especialmente grave.

Smith: coautor de privación ilegítima de la libertad coactiva, agravado por la participación de tres o más personas, transporte de estupefacientes agravado por haber sido cometido con la organización de tres o más personas y encubrimiento agravado por tratarse de un delito precedente especialmente grave.

Helguero: coautor de privación ilegítima de la libertad coactiva, agravado por pertenecer a una fuerza de seguridad y por haber participado en el hecho tres o más personas, encubrimiento agravado por tratarse de un delito precedente especialmente grave, transporte de estupefacientes agravado por haber sido cometido con la organización de tres o más personas y por ser un funcionario encargado de la persecución de ese delito, y como instigador del delito de falsificación de instrumento público agravado por tratarse de un funcionario público, en concurso real con falso testimonio.

Facundo Adrián Ybarra y Leonardo Ariel Tedone: coautores de privación ilegal de la libertad por parte de un funcionario público con abuso de sus funciones o sin las formalidades prescriptas por la ley, incumplimiento de los deberes de funcionario público e inserción de datos falsos en un instrumento público que sirva de prueba, y falso testimonio en calidad de autores.

Erika Luciana Arias, Eliana Guadalupe Britos, Víctor Adrián Alvarenga Duarte y Héctor Javier Saavedra: coautores de privación ilegal de la libertad por parte de un funcionario público con abuso de sus funciones o sin las formalidades prescriptas por la ley e incumplimiento de los deberes de funcionario público.

El juez dispuso el embargo de los bienes de Piccirillo, Smith y Helguero por la suma de 100 millones de pesos para cada uno; y de Britos, Ybarra, Alvarenga Duarte, Arias, Saavedra y Tedone por 50 millones de pesos en cada caso. Además, mantuvo las inhibiciones generales de bienes para todos/as ellos/as, y dispuso la prohibición de salida del país para Tedone, el único de los imputados que se encuentra en libertad, y para Smith, a quien no le habían dictado esa medida previamente.

“Existen suficientes indicios para sostener que Elías David Piccirillo fue quien encargó la realización de ese operativo ilegal, participó de la colocación de narcóticos y una pistola 9 mm robada en el vehículo y aportó toda la información necesaria -previamente e in situ- para que se materialice el procedimiento en cuestión”, puntualizó el fiscal.

La investigación de la fiscalía

En el escrito donde solicitó los procesamientos de los involucrados en la maniobra delictiva, el fiscal detalló que el caso comenzó para investigar el accionar de los integrantes de la División Robos y Hurtos de la Policía de la Ciudad, quienes detuvieron de manera ilegal a Huaque y a su esposa la medianoche del 18 de enero de 2025 en las inmediaciones de la Avenida Alvear al 1400.

El objetivo era establecer si otras personas habían intervenido en la organización y encargo del procedimiento, así como también en la posible colocación de 1,258 kilos de cocaína y una pistola 9 mm robada dentro del vehículo Audi Q8 en el que se trasladaban los damnificados.

“El operativo ilegal desplegado por los funcionarios públicos de la citada división abarcó una organización y coordinación previa, así como la realización de tareas de inteligencia sin sustento legal”, explicó el fiscal.

“Todo ello, tuvo como objetivo la privación ilegal de la libertad de Francisco José Hauque y Anahí Marisol Aquino Laprida, quienes fueron retenidos y encarcelados bajo supuestos falsos con el fin de que Hauque no pueda exigirle el pago de una deuda de aproximadamente 6.000.000.000 (seis mil millones de pesos) que Elías David Piccirillo mantenía con él y tolerar de esta forma dicha situación”, señaló el fiscal.

“Existen suficientes indicios para sostener que Elías David Piccirillo fue quien encargó la realización de ese operativo ilegal, participó de la colocación de narcóticos y una pistola 9 mm robada en el vehículo y aportó toda la información necesaria -previamente e in situ- para que se materialice el procedimiento en cuestión”, puntualizó el fiscal. A ello le agregó que el objetivo era privar de la libertad a los damnificados para que Hauque no pudiera “perjudicar o dañar su imagen pública y/o sus negocios así como, tampoco, exigirle el pago de una deuda que mantenía con él”.

Marcó también que Smith actuó como “facilitador” y gestor de Piccirillo y que junto con el comisario Helguero realizaron tareas de inteligencia fuera del marco legal, además de que coordinaron la actuación de los integrantes de la División Robos y Hurtos Norte de la Policía de la Ciudad.

“El procedimiento policial ilegal contó con el soporte y organización de, al menos, Carlos Sebastian Smith, quien habría sido el nexo entre Piccirillo y Helguero”, resumió la fiscalía.

La reconstrucción

A través de diversas cámaras de seguridad y del análisis que realizó la Gendarmería Nacional, se pudo establecer que en forma previa al procedimiento ilegal, quienes participaron de la vigilancia sobre Hauque y su pareja contaban con información privilegiada y certera sobre ellos: “Sabían quiénes eran, el vehículo que manejaban, el lugar a dónde concurrirían, el trayecto que realizarían y en qué horario lo harían”.

La fiscalía mencionó que varias horas antes de que los “objetivos” llegaran a las 22.30 a una cena en el Palacio Duhau junto con Elías Piccirillo, los efectivos policiales realizaron tareas de campo por la zona, para lo cual circularon por la puerta del hotel y permanecieron en las inmediaciones del lugar hasta la medianoche, cuando pusieron en marcha el operativo policial, que comenzó instantes después de que la pareja abandonara el lugar de la cena.

Según la investigación del MPF, se pudo demostrar que, desde horas antes del inicio del operativo policial, personal de la División Robos y Hurtos Norte de la Policía de la Ciudad se reunió y luego montó una vigilancia fija y exhaustiva sobre los movimientos del Audi Q8 y de sus tripulantes.

En ese sentido, de acuerdo a la evidencia recolectada, demostró que en el momento en que la camioneta salió del Palacio Duhau, tanto las dos brigadas como el auto oficial del comisario de la división “actuaron de manera simultánea, organizada y coordinada, teniendo como objetivo la detención del rodado y la ejecución del operativo, lo que ocurrió a menos de 150 metros del lugar de salida del mencionado edificio”.

“Los agentes policiales Tedone, Ybarra, Alvarenga Duarte, Britos, Arias y Saavedra, valiéndose de la utilización de los móviles no identificables, lograron detener la marcha de la camioneta Audi Q8, lo que les permitiría luego efectuar la requisa del vehículo, la detención de Hauque y Aquino Laprida y el secuestro de las sustancias estupefacientes y el arma de fuego en el interior del rodado”, remarcó el MPF en el pedido de procesamientos.

El motivo que dieron los policías para fundamentar su intervención fue una presunta situación de violencia de género. “Los agentes policiales realizaron un montaje simulando haber observado una situación ‘casual’ y constitutiva de un posible delito para darle apariencia de licitud a la detención de la marcha del rodado, cuando en rigor de verdad, el origen del procedimiento ocultaba detrás el desarrollo de una actividad previa e ilegal de vigilancia e inteligencia por parte de los agentes policiales, quienes ya tenían conocimiento sobre la existencia de elementos ilícitos en el interior del vehículo, y cuya pertenencia desde el primer momento fue desconocida por los imputados”, explicó. A eso le sumó el detalle de que los vidrios se encontraban polarizados en un tono oscuro y las ventanas de la camioneta estaba cerradas, por lo que la versión “resulta inverosímil y poco creíble”.

La fiscalía reconstruyó luego cuadro por cuadro la detención, la actuación de los policías y los momentos en que la pareja baja del auto por la orden de los efectivos y en que descubrieron el arma y la cocaína.

A través de registros de cámaras de seguridad y del análisis que realizó la Gendarmería Nacional, se pudo establecer que quienes participaron de la vigilancia sobre Hauque y su pareja contaban con información privilegiada y certera en forma previa al procedimiento ilegal.

“Las imágenes y testimonios recolectados evidencian que el oficial Ybarra inició de manera automática la inspección del rodado, sin que existieran circunstancias previas que razonablemente y objetivamente justifiquen la requisa del vehículo. No se presentaron motivos de urgencia que ameriten la actuación sin orden judicial, ni se convocaron testigos para presenciar el procedimiento, lo cual demuestra una clara inobservancia de las normas legales que resguardan las garantías constitucionales, tal como se observa en los videos que registraron el acto”, señaló el fiscal Picardi.

En las filmaciones que constan en la causa se pudo observar cómo la oficial se enfoca exclusivamente en la parte inferior del vehículo, lo que sugiere que ya se contaba con información previa sobre la ubicación de los estupefacientes y el arma. Al momento del hallazgo, se presentó Helguero, quien llegó vestido de civil, caminando y hablando por teléfono.

“Cabe precisar que, aunque el comisario Helguero afirmó que su arribo fue una ‘mera casualidad’ y llegó hablando por un teléfono -con el cual realizó varias comunicaciones y manipuló en distintos momentos del procedimiento- su línea oficial y personal permaneció inactiva e inmóvil en Chapadmalal entre las 12:00 del 17 de enero y las 04:00 del 18 de enero de 2025”, repasó el fiscal.

A partir de allí, los agentes policiales esposaron a Hauque y Aquino Laprida aludiendo a que había un “arma de fuego” en el auto, quienes comenzaron a gritar mientras forcejeaban y eran detenidos por los efectivos.

“La reconstrucción del procedimiento que llevó adelante la División Robos y Hurtos Norte de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires permitió no sólo establecer que el proceder policial se fundó en una inteligencia previa y una vigilancia ilegal de los ‘objetivos’, sino que además evidencia cómo el operativo buscó ‘legitimar’ el avance irregular y arbitrario sobre las garantías constitucionalmente reconocidas, para materializar la detención y el hallazgo de las sustancias vedadas y el arma con denuncia de robo a los fines de privar de su libertad a Hauque y Aquino Laprida”, afirmó la fiscalía.

Piccirillo, el beneficiado de la privación ilegal de la libertad

Desde el comienzo de la detención, ambos damnificados sostuvieron que desconocían la existencia de lo encontrado en su camioneta y aseguraban que Piccirillo les había plantado ambas cosas para poder liberarse de la deuda que tenía.

De acuerdo al testimonio que brindaron, el financista le había dicho que les pagaría 250 mil dólares durante la cita en el Palacio Duhau, a la que Huaque asistió con su esposa porque el propio Piccirillo había dicho que asistiría con su pareja, la conductora Jesica Cirio, que finalmente no participó del encuentro.

De acuerdo con la declaración de un imputado colaborador, los policías recibían mensajes de Helguero y de Smith, que a su vez obtenían la información sobre la ubicación y los movimientos de la pareja a través de un tercero. “Dicha afirmación resulta consistente con el tráfico de datos de una de las líneas telefónicas utilizadas por Piccirillo”, señaló el fiscal.

En las filmaciones que constan en la causa se pudo observar cómo la oficial de la Policía porteña se enfoca exclusivamente en la parte inferior del vehículo, lo que sugiere que ya se contaba con información previa sobre la ubicación de los estupefacientes y el arma.

Picardi describió que el damnificado pasó a buscar al imputado por un hotel y que le llamó la atención porque estaba utilizando un piloto largo hasta los pies a pesar de que esa noche la temperatura era de 30 grados y no estaban pronosticadas lluvias. “Esta circunstancia refuerza la hipótesis de que la vestimenta holgada y amplia fue utilizada por el nombrado para trasladar hacia el automóvil de Hauque tanto los estupefacientes como el arma. Al respecto, debe destacarse que no se observó ningún movimiento extraño en torno a la camioneta, la que quedó estacionada de manera visible sobre las rejas que dan a la Avenida Alvear”, evidenció la fiscalía.

Otro de los aspectos a resaltar fue que el hombre se subió al asiento trasero del vehículo y no al delantero, a pesar de que Huaque le insistió y que su esposa todavía no estaba en la camioneta. “Vale recordar que según lo informado por Gendarmería Nacional Argentina ‘desde el asiento trasero del vehículo Audi Q8 es posible acceder al baúl’”, recordó el fiscal.

Por otro lado, de la información obtenida por la Dirección de Asistencia Judicial en Delitos Complejos y Crimen Organizado de la Corte Suprema (DAJUDECO), se pudo establecer que Piccirillo se comunicó con alguien cuya ubicación impacta en una antena ubicada a escasos metros del Palacio Duhau. “Ese tráfico de datos y los mensajes de Helguero resultan concomitantes y sucedieron momentos previos o inmediatamente posteriores a que Piccirillo -a quien se divisa en las filmaciones manipulando sus teléfonos- se despidiera de Hauque y de Aquino Laprida”, remarcó el fiscal.

“Este comportamiento del imputado denota dos aspectos de los últimos sucesos del caso. Por un lado, quería asegurarse de que Hauque y Aquino Laprida efectivamente abandonaran el Palacio Duhau y, por otro, evitar cruzarse con el procedimiento policial ilegal que había encargado que se iba a realizar a pocos metros de allí”, agregó.

A ello se le suma que una vez terminado el operativo, Piccirillo recibió en su domicilio -ubicado en el barrio “El Yacht» de la localidad de Tigre- a Smith por más de cuatro horas horas, tal como lo demuestran los registros obtenidos de la Asociación Vecinal Nordelta.

El papel de “El Lobo”

Según la investigación de la fiscalía, Carlos Smith (por cuenta y orden de Piccirillo) planificó, organizó y logró que se materialice el operativo ilegal junto con el jefe de la División. Según el imputado colaborador, el operativo fue motorizado por “Charly”, quien mantenía una relación de estrecha confianza con el comisario, debido a que habían sido compañeros en la Policía Federal. La fiscalía indicó que Smith participó de las reuniones que mantuvieron los policías previo a la maniobra y fue quien les dio datos sobre la persona a la que iban a detener, a la que describió como un narcotraficante.

Además de ello, en el expediente se pudo confirmar que Smith y Helguero llevaron adelante tareas de vigilancia en el Palacio Duhau mientras las víctimas cenaban, y fue quien llevó al comisario hasta las inmediaciones del lugar donde se realizó el operativo ilegal.

“Smith, tras dejar a Helguero en el operativo, se aseguró de que el procedimiento policial ilegal se llevará a cabo según lo planeado. Para ello, estuvo supervisando él mismo desde su camioneta, recorriendo en varias ocasiones las inmediaciones donde se encontraban detenidos Aquino Laprida y Hauque”, puntualizó el fiscal.

“El procedimiento policial ilegal contó con el soporte y organización de, al menos, Carlos Sebastian Smith, quien habría sido el nexo entre Piccirillo y Helguero”, resumió la fiscalía.

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