Porque nada queda oculto
Viernes 22 de Noviembre de 2024
5 junio 2022 - 13:13
Reflexión del Dr. Gabriel Ruíz acerca de la propuesta de la libre portación de armas de los ciudadanos.
Buenos días tarde o noche, de acuerdo al momento de lectura de este artículo.
Es imposible no tocar el tema que se ha instalado en la sociedad y que trata nada más ni nada menos que de la tenencia de armas de fuego sin control alguno.
Supongo que si leyó el título de este artículo, lo habrá completado a su gusto porque escuché diferentes finales para esta historia.
Se repite en Estados Unidos masacres de inocentes, que son llevadas a cabo por “justicieros” cansados de una sociedad corrupta, injusta y discriminatoria, activados por sufrir bullying de diferentes formas; reuniendo los victimarios una característica común: son socialmente marginales. Debemos hacer la distinción entre marginales propiamente dichos (por propia elección) y por otra parte, marginados, porque sufren un rechazo importante en su círculo primario de convivencia (familiar, escolar o laboral).
Adelanto que no comparto como solución la libre portación de armas como lo propuso un candidato en los medios (no lo nombro porque las personas no tienen importancia, sino las ideas).
No solo se estimula el belicismo que existe en cada ser humano, lo más grave es que se estimula LA JUSTICIA POR MANO PROPIA, realidad que ya venimos padeciendo en nuestro país, con la mirada complaciente de la Justicia.
Si no me gusta el vecino que tengo, le quemo la casa y listo. Con un arma en la cintura la discusión de un accidente de tránsito puede terminar resolviéndose a los tiros, lo que es descabellado (ej. muerte de un empresario en gran buenos aires por discusión de tránsito).
El ser humano es pasional por naturaleza; el argentino medio es sanguíneo y de reacciones efusivas. Nos permite concluir que en nuestro país, aprobar una ley que permita la portación no sería beneficioso para nadie. Ya es riesgosa la tenencia de armas de uso civil (LEY N° 20.429 – art. 29 y subsiguientes), como para agravar la situación con permisos para los que nuestra sociedad no está preparada.
Es imposible no enlazar las problemáticas que tiene nuestra sociedad, porque por un lado, disparamos críticas por la falta de educación de niños y jóvenes, y por otro, se enarbolan banderas de seguridad promoviendo la autodefensa y la portación de armas como elemento necesario para bajar el delito. Un absurdo total.
Quizá la portación de armas pueda ser viable en países altamente desarrollados, con una educación cívica significativa y un control ciudadano acorde. No dejo de preguntarme ¿Para qué pueden portar armas personas que viven en una sociedad como la descripta anteriormente? Japón, país que permitía el uso de armas, logró el desarme luego de imponer que solo se podían comprar “escopetas”, luego de un riguroso y minucioso examen; o poseer rifles de aire – armas de baja energía que funcionan con dióxido de carbono en lugar de pólvora.
Reflexionemos, y no caigamos en facilismos políticos, aceitados por una mala administración de justicia y controles. Mas que leyes que permitan más muertes aboguemos por una Nación unida y fuerte, que vuelva a los principios y valores morales, que la palabra honestidad no sea extraña o su significado aparezca como algo ideal, por el bien de nuestros hijos y nietos quienes tendrán que hacer la patria grande.
Abogado Gabriel Ruíz.
DNI: 13.882.875
Columna anterior del Dr. Ruiz: