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Viernes 27 de Diciembre de 2024
30 noviembre 2024 - 11:55
Se trata de “El Turco”, Yalil Roberto Azum, que junto a otras personas que comercializaba estupefacientes. La justicia provincial de Santa Fe, en otra causa, pidió una pena a 27 años para él.
El juez del Tribunal Oral en lo Criminal Federal (TOF) N°2 de Rosario, Eduardo Rodrigues Da Cruz, condenó a penas de hasta 6 años de prisión a siete personas por tráfico y comercialización de estupefacientes, entre los que se encuentra Yalil Roberto Azum, alias “El Turco”, un hombre que está siendo juzgado por varios delitos graves en la justicia ordinaria. Según lo acreditado, distribuían estupefacientes en el macrocentro y en el barrio Hospitales del sur de la ciudad.
La causa se inició en 2017 con una denuncia anónima en el “Buzón de la Vida” -permiten a los vecinos realizar denuncias anónimas relacionadas a la venta de estupefacientes y trata de persona- de la sede fiscal de calle Entre Ríos al 700 de Rosario, donde se advertía sobre actividades ilegales en torno a una mesa de dinero que funcionaba en un club de barrio.
La instrucción del caso estuvo a cargo del, titular de la Unidad Fiscal Rosario, Javier Arzubi Calvo, y en la etapa de juicio intervino el titular de Litigio Oral Estratégico del Área de Investigación y Litigios de Casos Complejos de la Unidad Fiscal Rosario, el fiscal general Federico Reynares Solari.
Al homologar un acuerdo de juicio abreviado, el magistrado condenó a Yalil Roberto Azum, a Cristian Carlino y a Mario Alberto a 6 años de prisión cada uno y multa a 472.500 pesos, como autores penalmente responsables del delito de tráfico de estupefacientes en la modalidad de tenencia con fines de comercialización agravado por la intervención de tres o más personas.
Walter Mastrocola y a Carina Febre fueron condenados a 4 años de prisión y multa 236.250 pesos por encontrarlo partícipe secundario del mismo delito. Igual pena y calificación le aplicaron a Alejandro Sharif Azum, pero con una multa de 280.000 pesos. Por el mismo delito, pero a 3 años de prisión y multa de 236.250 pesos fue condenado Mariano Gatti.
Yalil Roberto Azum, de 47 años, es juzgado en el Centro de Justicia Penal de Rosario donde afronta un pedido de pena de 27 años de prisión como jefe de una asociación ilícita; coautor de juego clandestino; autor de dos hechos de encubrimiento agravado; partícipe secundario de homicidio calificado por el concurso premeditado de más de dos personas y para procurar la impunidad de otro delito, agravado por el uso de arma de fuego; y como coautor de 20 hechos de usura agravada por la habitualidad.
Denuncia anónima
El 17 de julio de 2017 se recibió la denuncia anónima en el “Buzón de la Vida” instaldo en la fiscalía. En un escrito se hizo referencia a un directivo del Club Echesortu (San Nicolás al 1300), y se advertía que usaba la institución para coordinar una mesa de dinero en la que “se blanquea la plata de la droga y de Los Monos (grupo narcocriminal), que llegan de la mano del El Turco, quien los visita (en la cárcel) y les ofrece los negocios”.
Se describía que además blanqueaban dinero con “estafas con carnet de la exAFIP” (Administración Federal de Ingresos Públicos), hoy Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA). “Prestan plata a intereses usurarios y se quedan con propiedades de la gente”, refería. Y se aportaron reseñas de las personas presuntamente vinculadas a las maniobras.
El fiscal federal Arzubi Calvo asumió la investigación durante la cual solicitó medidas en relación con la presunta comisión de delitos de acción pública. Las diligencias generaron información relevante que permitió esclarecer delitos en el ámbito del tráfico de estupefacientes.
Según surgió de los hechos y de las constancias, se abrieron dos líneas de investigación: por un lado, una organización liderada por Azum, dedicada al narcotráfico; y por otro, si las ganancias ilícitas obtenidas eran incorporadas al sistema legal financiero.
Allanamientos, droga y detenciones
Luego de las tareas de inteligencia, el 5 de septiembre de 2021 se dispusieron allanamientos en los domicilios de las personas involucradas, medida que realizó personal de la División Antidrogas Rosario de la Gendarmería Nacional Argentina.
En una vivienda de Urquiza al 7500 de Rosario, se secuestraron 39,83 gramos de cocaína en dos envoltorios, y se detuvo Cristian Diego Carlino; en otro inmueble en inmediaciones de 1° de Mayo al 4100, se secuestraron 23,570 gramos de marihuana en un frasco, un cigarrillo de esa sustancia combustionado con un peso de 420 gramos, y se detuvo a Mariano Gatti.
En un departamento de calle España al 2900, se incautaron 5,68 gramos de cocaína distribuidos en 10 envoltorios, y aproximadamente 3,71 gramos de marihuana en una bolsa, donde se detuvo a Mario Alberto junto a su pareja, Carina Febre.
A eso se sumaron elementos de fraccionamiento: tijeras, pedazos de lapicera y cucharas de metal todos ellos con vestigios de cocaína, precintos, bandas elásticas y recortes de nylon, encontrados en algunas de las viviendas, principalmente en España 2900.
Para la fiscalía, esa vivienda funcionó como punto de venta y almacenamiento de la droga, lo que sumado al secuestro de importantes cantidades de dinero en efectivo y la detención de la pareja, conformaron un cúmulo de indicios que reforzaron la presunción relativa a las actividades delictivas de tráfico de estupefacientes que la presunta organización llevó a cabo.
En ese sentido, las intervenciones telefónicas sobre distintos abonados junto a las tareas de campo, permitieron relevar el funcionamiento de un grupo de personas que se dedicarían a la compra-venta y distribución de estupefacientes, y las funciones que cumplía.
Del análisis de las intervenciones telefónicas, sobre todo la de Azum, surgió que se comunicó a través de varios abonados, lo cual permitió inferir que sería él a quien los interlocutores investigados en los distintos diálogos se referían como “el gordo” o “el gordito”, quien conduciría una línea de actuación en relación a las actividades vinculadas al presunto tráfico de drogas y el producto de esa actividad.
Roles
El fiscal de instrucción encontró mérito suficiente para imputarle a Cristian Carlino, Carina Febre, Mariano Gatti, Mario Alberto, Walter Mastrocola y Alejandro Sharif Azum la comisión del delito de tráfico de estupefacientes en la modalidad de tenencia con fines de comercialización en forma organizada, en calidad de coautores.
La organización, según la fiscalía, era liderada por Yalil Roberto Azum, y en ese marco se encargaría de proveer de material estupefaciente y de coordinar las actividades de acondicionamiento, fraccionamiento, acopio, distribución y comercialización; Cristian Carlino junto a Alejandro Sharif Azum serían proveedores de estupefacientes, mientras que Mario Alberto, Carina Febre y Mariano Gatti los comercializarían.
Alejandro Azum era el principal colaborador de su hermano Roberto. Se comprobaron presuntas conductas relativas a la distribución, el contacto con posibles distribuidores de la droga, recepción de pedidos para abastecer puntos de venta, y el vínculo con intermediarios para el proceso de distribución.
Mario Alberto y Carina Febre, eran comercializadores de estupefacientes, recibían directivas de Roberto Azum, directamente o a través de otros intermediarios, o de referentes del proveedor Carlino.
A su vez, Gatti era el encargado de guardar estupefacientes en su domicilio, que funcionaba como lugar de almacenamiento y distribución, y administraba el producido de la actividad bajo la supervisión de Roberto Azum. Por su parte, Mastroccola era el nexo entre los vendedores y los proveedores de material estupefaciente.
Se pudo determinar que la zona de comercialización de Mario Alberto sería la comprendida por las calles España y Amenábar, España y Virasoro, y en la plazoleta de Rueda y España, sector conocido como Barrio Hospitales.
En septiembre de 2021, se procedió a la indagatoria de los imputados, quienes rechazaron la acusación y negaron su participación en los hechos, en un proceso que se desarrolló bajo los parámetros del Código Procesal Penal de la Nación (CPPN).
A juicio
En marzo pasado, el fiscal Arzubi Calvo dio por concluida la investigación y formalizó la requisitoria de elevación a juicio, circunstancia en la que destacó los resultados de las intervenciones telefónicas, el producto de las tareas de inteligencia que permitieron hacer los seguimientos y la constatación de las actividades ilícitas que desplegaba la organización.
En la etapa de juicio, asumió la representación del MPF el fiscal general Reynares Solari, a cargo del Litigio Oral Estratégico del Área de Investigación y Litigios de Casos Complejos de la Unidad Fiscal Rosario.
En esa instancia remarcó que Yalil Roberto Azum era el máximo responsable de la actividad criminal, en cuyo contexto coordinó el acondicionamiento, fraccionamiento, acopio, distribución y comercialización de estupefacientes, y el manejo del producido de esa actividad.
Juicio abreviado
El 30 de agosto y el 1° de noviembre últimos, Reynares Solari y las defensas acordaron un juicio abreviado en los términos del artículo 431 bis del Código Procesal Penal de la Nación, en virtud del cual se estimó comprobados los hechos atribuidos.
Así, teniendo en cuenta los fines de instituto del juicio abreviado, el fiscal solicitó se condene a Cristian Diego Carlino y a Mario Alberto a la pena de 6 años de prisión, a Walter Ariel Mastrocola, a 4 años de prisión; a Carina Mariel Febre a la pena de 4 años de prisión; a Mariano Gabriel Gatti a la pena de 3 años de prisión.
Y en relación a Yalil Roberto Azum, requirió una pena de 6 años de prisión; y a su hermano Alejandro Sharif Azum, a la pena de 4 años de prisión.
Sentencia
Tras corroborar las condiciones y legalidad del acuerdo entre la Fiscalía y la Defensa, el juez Rodríguez Da Cruz, del TOF N°2 rosarino, hizo lugar a la solicitud de las partes, homologó el trámite de juicio abreviado y dictó la sentencia condenatoria.
“Lo expuesto otorga fuerza probatoria eficaz a la plataforma fáctica colectada y me conduce a tener por confirmada la materialidad del hecho atribuido a los nombrados que, a su vez, fuera reconocido por los propios acusados y sus defensas en el acuerdo con el señor Fiscal General”, remarcó Da Cruz en su fallo.